Los números y la vida

En esta nueva jornada de encuentros entre el Parque Nacional El Palmar y la Escuela Nº 67, los chicos, entre cuentos y juegos comprendieron la importancia de las matemáticas en relación a los procesos naturales.


En esta cuarta jornada de encuentros a los chicos le toco conocer gente y temas nuevos de El Palmar.
Alejandra, pasante del Área Contable del Parque, les contó de qué se trata su trabajo y de la estrecha relación que hay entre el manejo de los recursos y los proyectos de conservación. Después aprovechando un día de sol, escucharon dos narraciones de "Los Cuentos de la Selva" de Horacio Quiroga (leídos por Mariné y Alejandra), luego extrajeron datos relacionados a los ambientes nombrados, las plantas y animales para cada uno de estos, que finalmente volcaron en una planilla de cálculo.
El día terminó con la narración de los cuentos por parte de los integrantes de los grupos a sus compañeros, docentes, colaboradores y padres.

Nuestro Parque Nacional en colores.

En este encuentro, los "gurisitos" conocieron los ambientes del Parque Nacional El Palmar, llevaron a cabo una divertida actividad en la cual los docentes también participaron y pintaron un mapa entre risas y juegos.

En un día frío y lluvioso, donde la sorpresa fue que todos los chicos asistieron a clases, sin importarles el barro, la lluvia ni el frío, sólo entusiasmados por saber qué les esperaba en este nuevo encuentro; les hablamos de los recursos culturales, de los ambientes del parque, de la relación entre estos, teniendo como actor principal al hombre, y de que manera podíamos conservar, proteger y disfrutar de los mismos, dentro del Parque y fuera de él...Mediante un juego de "digalo con mímicas", lleno de risas y alegría, en donde los docentes representaron a los diferentes animales mientras que los "gurisitos" eran los encargados de descubrirlos.

La siguiente actividad fue en un lienzo, en el cual estaba dibujado el Parque, donde pintaron con temperas los diferentes ambientes, usando un color por cada uno, y a su vez recordando la fauna y flora de éstos.

El día termino con un chocolate caliente y unas tortas fritas que preparo Chani, la cocinera de la escuela, quien a su manera expresó una de las costumbres litoraleñas: "las tortas fritas en días de lluvia".

Una pequeña escuela, una gran historia.

En nuestra tercera jornada de encuentros entre el Parque Nacional El Palmar y la Escuela Nº 67 "Las Malvinas", los chicos cumplieron con una tarea pendiente: nos contaron la historia de su "escuelita" para publicarlo en el blog y compartirla con todos ustedes.
Lo narrado a continuación es lo investigado por los "gurisitos", usando como fuente el libro de Historia Oral de Berduc y Ubajay, en los cuales se exponen relatos de vivencias de los habitantes de estas dos comunidades (muchos ex-alumnos y maestras de la escuela), cercanas al Parque Nacional.
La Escuela Nº 45 , creada en 1909, fue trasladada desde Rincón del Nogoyá, Provincia de Entre Ríos en 1925, a pedido de varios colonos que querían educación para sus hijos en el lugar, ya que concurrían a una escuela alejada.
Comienza a funcionar en un galpón de barro y techo de paja que pertenecía a una familia vecina, concurrían 60 alumnos aproximadamente y su primer maestro fue Don Zaballa, y después Don Juan Fernández; para ese entonces las Escuelas Nacionales, tenían tres grados, 1º inferior, 1º y 2º, con un único maestro.

Un tiempo despues se forma una comisión "Pro-construcción del edificio escolar", se envió a la Provincia la solicitud de construccion del edificio y se recibió la donación de $ 1000. Los ladrillos para escuela se fabricaron cerca de una laguna en un campo vecino y la construcción llevó varios meses, terminada ésta llegan del Consejo de Educación los bancos que eran muy pesados y de madera.

Con el paso del tiempo, y la constante ayuda de vecinos y maestros se termina el edificio, para ese entonces seguía siendo nacional; eran los años '60 y los alumnos y los maestros llegaban a pie, a caballo o en sulki.

Recuerdan los ex- alumnos con mucha alegría el haber plantado árboles que aún hoy siguen en pie, el ir caminando con las zapatillas en la mano y ponérselas recién al llegar, porque era un lujo y había que cuidarlas; los útiles, tan sólo un cuaderno, un lápiz negro y una pluma para tinta, la cual preparaban a base de un polvo agregándole agua; el guardapolvo para todos, el pantalón corto para los varones y las polleras para las mujeres; los festivales de fin de año y la conmemoración de las fechas patrias.

Hoy, algunas cosas cambiaron, se amplió el edificio, hay más grados, pasaron muchos maestros y aún más alumnos, los chicos plantaron nuevos árboles que serán testigos del paso del tiempo; pero la esencia no cambió, maestras con vocación y muchas ganas de enseñar y alumnos de caritas felices con ganas de aprender para juntos formar parte algún día de la historia de esta gran "escuelita".

Les contamos una leyenda.

Hace unos días les contamos que en nuestra primera jornada, los chicos de nuestra querida escuela representaron "La Leyenda del Palmar"; hoy, ellos la narran para compartirla con Ustedes y así nos podamos conocer un poco más.

" La Leyenda del Palmar"

Cuenta la leyenda, que había una vez, dos tribus que eran enemigas, una llamada Sauce y la otra Benteveo. En la primera vivía una indiecita llamada Mburucuyá y en la segunda, un indiecito llamado Cardenal.
Estos pueblos estaban en continuas luchas por el alimento que les daba la naturaleza a orillas del "Río de los Pájaros", como por ejemplo: animales, frutos del monte y peces del río.
A los dos indiecitos les gustaba pasear por el monte, hasta que un día se encontraron y desde ahí, comenzaron a encontrarse todos los días a escondidas de sus tribus, que seguro estarían en desacuerdo con su amor.
Siempre que estaban en peligro de ser descubiertos, aparecía un zorro o un carpincho que les avisaba con sus gritos, entonces, ellos se escondían.
Un día, sentados bajo un viejo y sabio árbol, escucharon sus consejos: "Váyanse, váyanse muy lejos, donde nadie los encuentre y formen su propia tribu".
Los jóvenes siguieron su consejo. Volvieron cada uno a su tribu y cuando todos dormían, aprovecharon a escaparse y con ellos llevaron una bolsa llena de frutos anaranjados y dulces, que llamaban "yatay" para comer en el camino.
Pero, el monte no pudo ocultarlos por mucho tiempo, y cuando los caciques de ambas tribus notaron su ausencia, empezaron a seguirlos y los encontraron.
Uno de los integrantes de la tribu Sauce, llamado Ceibo, lanzó contra ellos su lanza, que rompió la bolsa de "yatay". Estos frutos fueron cayendo, hasta no quedar ninguno. Los indiecitos siguieron corriendo, pero los guerreros se cansaron y regresaron a sus tribus.
Después de muchos, muchos años, volvieron muy ancianos y se encontraron con que las tribus Sauce y Benteveo, ya no eran enemigas sino que vivían felices y en armonía formando un sólo pueblo, que se alimentaba de lo que les ofrecía el monte, que era muy rico desde que se formó un bosque de "palmeras yatay" con los frutos caídos de la bolsa.

FIN

*Narración de "La Leyenda del Palmar" por alumnos de la Escuela Nº 67 "Las Malvinas".

La primera jornada en la "escuelita"

La primera jornada de encuentros entre el Parque Nacional El Palmar y la Escuela Nº 67 "Las Malvinas", comenzó alrededor de las 10:30 hs. del día 29 de Agosto , en un día un poco ventoso pero cálido, donde los "gurisitos" estaban ansiosos por conocer lo que les iban a contar Juan y Mariné que venían desde el Parque.

Lo primero fueron las presentaciones, y así alumnos, docentes, colaboradores y guardaparque se conocieron un poco más, después mediante una charla al aire libre hablaron de los Parques Nacionales de la Argentina, de su función y en especial del P.N. El Palmar que es vecino de esta localidad entrerriana.
Lo siguiente fue la narración de "La Leyenda del Palmar" la cual iba siendo teatralizada por los chicos a medida de que se la iban contando, para que éstos, después, durante la semana hicieran una renarración de la misma con un doble objetivo: compartirla con las demás Escuelas y Parques que forman parte del Programa Parques Nacionales y Escuelas Interactivas; y que comprendan el valor de la transmisión oral de parte de nuestra cultura.
Este día de cosas nuevas y de caritas felices, concluyó con un juego en el cual no hubo ganadores pero si premios, unas golosinas y el haber conocido un poco más de su tierra.

Los chicos y la "compu".

Las caras de los chicos fue de asombro al ver a Joaquín y Sebastián (Técnicos que dieron todo para que las cosas funcionen bien) colocar la antena y luego mostrarles una ventana a un mundo maravilloso. Esa ventana, la "compu" como la llaman, conectada a Internet, que era conocida para algunos y para muchos una incógnita, hoy ya es parte de su vida.

El día de la visita de Claudia y Corina (Fundación "Aprendiendo bajo la Cruz del Sur") los niños que asistieron ese día a la escuela tuvieron su primera clase oficial de navegación y búsqueda de información, trabajaron con mucho entusiasmo, las fotos lo demuestran.

Nuestro primer encuentro

Nuestro primer encuentro comenzo en Colón donde fuimos a buscar a Claudia y a Corina, de ahí a San José en búsqueda de Griselda y desde esta ciudad historica a la Seccional Arroyo Capilla para luego ingresar en el Parque Nacional El Palmar, en un día neblinoso y frio en el que el sol resistía a mostrarse.
En nuestro Parque, una recorrida corta, limitada por el poco tiempo y el mucho trabajo, para luego irnos a la Escuela donde compartimos el almuerzo con los "gurisitos".
El resto de la jornada fue juegos, charlas y capcacitación donde los alumnos de esa querida escuelita rural conocieron a personas que luchan por un mejor futuro para ellos, y donde encotramos las caritas atentas de "personitas" que harán de este país más bello y más grande de lo que es.